Por: Sasha Santamaría
Si me pidieran mencionar que es
lo que más me cautiva y me atrae de la moda definitivamente diría que su
cualidad de espejar los cambios sociales. Esa capacidad de permitirnos leer el
espíritu de una época a través de sus modos y formas.
Actualmente, estamos viviendo
tiempos políticos bastante convulsionados. Las denuncias y protestas se han
vuelto parte de nuestra cotidianidad y al mismo tiempo, ciertos temas están
generando acaloradas discusiones. Y la moda no es ajena a estos sucesos. Por
ello, para ejemplificarles esta sinergia, hablaré acerca de dos sucesos
recientes que he estado observando y que reflejan fuertemente este dinamismo.
1.- “Verde abortero” y pañuelos
A la derecha: Givenchy O.I. 2019, Christopher
Kane O.I. 2019, Christian Dior O.I. 2019
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Todo comenzó en Argentina cuando
partidarios de la legalización del aborto empezaron a tomar las calles del
país. Su insignia de protesta: un pañuelo verde. Este movimiento ha dado la
vuelta al mundo y este accesorio se ha convertido en su símbolo identitario. Así, el femenismo ha adoptado al verde como
color bandera. Por ello, no deja de ser sorpresivo que a raíz de este suceso,
este tono -que fue el color Pantone en 2017 bajo el nombre de Greenery- esté experimentando
un regreso y a su vez, un protagonismo predominante, dejando en segundo plano al coral, color Pantone de este año.
Aquella formula sustenta el hecho de que este movimiento haya sido ya ampliamente alcanzado por las antípodas del
marketing alentando así su mercantilización. Feminismo = Moda = Tendencia.
En este momento, el mundo Instagram está plagado de verde y los diseñadores están incorporando este color a sus colecciones. Entonces si el feminismo está de moda y el verde es su color, ha nacido una tendencia.
En este momento, el mundo Instagram está plagado de verde y los diseñadores están incorporando este color a sus colecciones. Entonces si el feminismo está de moda y el verde es su color, ha nacido una tendencia.
2.- El regreso del corsé
Jil Sander Pre-Fall 2018, Adeam P.V. 2019, Prada
O.I. 2016, Toga P.V. 2017, Christian Dior O.I. 2019
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Desde hace unas temporadas, ha venido
apareciendo en el estilismo de los looks de las pasarelas una versión
actualizada del corsé a manera de complemento, en un formato que puede cubrir la zona
de la cintura de manera total o parcial. Aunque aún no goza de una vasta aceptación y
adaptación en la moda popular, parece que insiste en seguir peleando su lugar
dentro del universo de las tendencias.
Es sabido que el corsé dentro de
la historia de la moda femenina es sinónimo de opresión y dificultad de
movimiento. Las mujeres de la época victoriana padecieron sus efectos y no deja
de ser curioso que, en medio de la efervescencia actual del debate sobre el
aborto con sus posturas en contra y a favor, aparezca en la moda este
ítem, permitiendo imaginar la lectura de una posible referencia a esta
discusión, destacando y enfatizando con este accesorio al vientre femenino como
territorio de disputa y conquista.