Opinión para Revista Semana de Diario Expreso (Ecuador)





Consultada por Revista Semana de Diario Expreso para brindar consejos sobre nuevas tendencias de accesorios y sus usos. Link de artículo: https://www.expreso.ec/suplementos/semana/cinco-accesorios-trendy-temporada-moda-maxidiademas-carterasmini-gafas-asimetricas-HB3223393

#HistoriaDeModa: Hombres En Tacones y Nuevas Masculinidades



Una revisión al pasado y el presente de la imagen masculina.


Por: Sasha Santamaría (Consultora de Moda y Estilo)


En la actualidad, al menos en nuestra sociedad, hablar de moda desde sus variables relacionadas con el indumento y el adorno es un tema que aún se asume como de interés meramente femenino. Que la preocupación por el arreglo personal y manifestarlo de forma creativa es pura frivolidad cuya atención corresponde únicamente a la mujer.
Sin embargo, la historia demuestra que aquello no fue siempre así, que antes de que surgieran una serie de prejuicios alrededor de la relación entre moda y masculinidad, existió un tiempo donde el ornamento formaba parte de sus inquietudes. De esta manera, elementos que hoy están intrínsecamente relacionados a la femineidad fueron portados en primera instancia por el género masculino. Los tacones, por ejemplo, fueron llevados durante el siglo X por los soldados persas, concebidos con la finalidad de asegurar sus botas a los estribos para poder cabalgar con total seguridad.


Modelo de bota con tacón utilizada por soldados persas. Foto: Pinterest


A raíz de esto, durante el siglo XVII en Europa surgió un repentino interés por la cultura persa y fue aquí donde la moda de llevar zapatos de tacón se esparció por este continente. Como toda tendencia que es acogida de manera popular por las masas, surge en efecto el deseo de diferenciación desde las esferas altas. Entonces para tomar distancia, la aristocracia decidió elevar sus tacones unos centímetros más para demostrar su posición de privilegio. Aquello se visualiza en los imponentes retratos de los reyes Luis XIV y Carlos II de Francia e Inglaterra, en los que destacan notablemente sus zapatos con tacones.   


Luis XIV de Francia y Carlos II de Inglaterra complementaban la exuberancia de sus trajes con tacones. Fotos: Wikimedia Commons, Pinterest


Sucedía que era un tiempo en el que el ocio formaba parte del día a día; una vida improductiva socorrida por el esfuerzo de asistentes de servicio que propiciaba el surgimiento de modas imprácticas y poco funcionales, diseñadas para la ostentación y no para la acción. Sin embargo, esto cambiaría con el estallido de la Revolución Francesa, que con su lema de “libertad, igualdad y fraternidad” se encargaría de establecer una uniformidad en el vestir, aboliendo todo tipo de distinciones de clase presentes en la indumentaria y cediendo de manera implícita los derechos de la decoratividad y el ornamento a la mujer. Este dictamen dio paso a la simplificación del vestuario masculino, orientando su sentido hacia la utilidad, hacia una vestimenta confeccionada para la actividad laboral, lo que progresivamente decantaría en el traje de chaqueta y pantalón que conocemos hoy en día, suceso que el psicólogo inglés John Carl Flügel denominó como La Gran Renuncia Masculina.

Desde aquel momento, el vocabulario de la moda masculina se volvió acotado y la demostración abierta de una imagen fashionable se convirtió en un acto estético desafiante capaz de provocar diversas críticas, tal como lo padecieron los cantantes Prince y David Bowie, cuyo estilo vistoso y audazmente construido les valió acusaciones de “afeminados”, comprobando aquel convencionalismo social de que la moda es un asunto de mujeres y no de hombres.

A pesar de las críticas, David Bowie y Prince eligieron calzar tacones como parte de su performance. Fotos: Pinterest, Getty Images
Sin embargo, el panorama actual se muestra esperanzador para aquellos que aprecian y disfrutan de expresarse de manera libre y personal a través de la ropa –y para quienes lo apoyamos también-, puesto que el zeitgeist desprejuiciado e inclusivo que estamos experimentando parece estar aunando esfuerzos en recuperar aquel brío de estilo que gozaron los hombres en algún momento, devolviéndoles la oportunidad y la posibilidad de producirse en la manera en que deseen, acogiendo incluso aquellos elementos considerados exclusivos del universo femenino. Será tal vez que la apertura mental despreocupada e incluyente de los millenials y centennials ha posibilitado la convivencia y existencia de estas expresiones estilísticas amparadas bajo la etiqueta de nuevas masculinidades, con la intención de descomponer y reinventar lo tradicionalmente considerado masculino en lo que a imagen se refiere. 

Representantes de la nueva masculinidad: Harry Styles, Maluma y G-Dragon

Para evocar algunos ejemplos que encarnan este nuevo paradigma, resulta más que pertinente recordar la aparición de Harry Styles en la Met Gala de este año, quien lució un traje de inspiración eduardiana culminado con unos zapatos en charol negro provistos de tacón, una visión creada por Alessandro Michele para Gucci. Incluso, en uno de sus últimos posteos de Instagram, el cantante Maluma ha optado por lucir de igual manera unas botas de tacón. Los idols del k-pop son otros grandes referentes, quienes incluso se animan a usar maquillaje, llegando a convertirse en protagonistas de campañas tal como le sucedió a el cantante G-Dragon elegido como embajador de la reconocida marca de belleza coreana Moonshot. Al parecer, la relación moda-masculinidad va cerrando sus fisuras y sus tabúes poco a poco van quedando en el pasado. 


La Revolución de Mary Quant: Mini faldas y juventud



El museo Victoria & Albert de Londres realizó un homenaje a la diseñadora inglesa que lideró la emancipación de la moda femenina a inicios de los sesenta. Te llevamos a recorrer los momentos más relevantes de su exposición.


Texto y fotografías: Sasha Santamaría (Consultora de Moda y Estilo)


Dentro del extenso vocabulario del universo de la moda existe un nombre que es sinónimo de diversión y desenfado. Ese nombre es el de Mary Quant, la mujer que con su visión vanguardista y atrevida sacudió los cimientos estilísticos de su época.
Era el inicio de los vertiginosos años 60, tiempo en el que se desataría una revolución que descolocaría las formas tradicionales, una revuelta liderada por los jóvenes que se criaron bajo la sombra de la guerra. Este agitamiento juvenil que la legendaria Diana Vreeland bautizó como youthquake, se encargaría de inyectar alegría, espontaneidad y dinamismo en todos los ámbitos. Así, aparece por primera vez el concepto de juventud, cuya efervescencia inundaría las diversas posibilidades artísticas. Quant hizo lo suyo a través de la moda, ofreciendo una filosofía moderna perfilada por colores vibrantes, guiños infantiles y una impronta de liberación e innovación aplicada en su desarrollo textil y prendas. 


Inicios

Su primer paso dentro del arte de la indumentaria se concretó en 1955 con la apertura de la boutique Bazaar, la cual fundó con el apoyo de sus amigos/socios Archie McNair y Alexander Plunket Greene (quien luego se convertiría en su esposo). La tienda de carácter experimental ofrecía una serie de productos elegidos bajo la curaduría de la diseñadora. Piezas de las más inusuales eran comercializadas, lo que convirtió a este espacio en uno de los preferidos de las mujeres profesionales que buscaban un estilo único. Tiempo después, Quant decidió empezar a confeccionar sus propios diseños, en los que comenzaba a manifestar su visión de vestir práctica, audaz y divertida.

Conjunto de pijama en polka dots elaborado por la diseñadora en 1956


El look Quant

Con el concepto de juventud como base, el estilo de la diseñadora se iba afianzando y construyendo a partir de una imagen que evocaba la nostalgia de la infancia; de sus uniformes escolares y la soltura de las flappers de 1920, todo esto bajo un halo de candidez. Su signature look se componía de vestido de jersey, medias, boina y zapatos, incluso el maquillaje era de su autoría, elementos que se distinguían por su insigne sello de margarita en composición blanco y negro.
Ella era la propia embajadora de su marca, lo cual demostró con el estilismo que eligió en 1966 para recibir la medalla de la Orden del Imperio Británico por su contribución al desarrollo de la economía inglesa debido a los ingresos generados por la exportación de su ropa. Aprovechando la cobertura mediática, eligió un ensamble en tono crema y aires preppy, realizando una reinterpretación muy personal de la formalidad del protocolo inglés.


El nacimiento de un nuevo estilo. Crédito foto derecha: Pinterest

El vestido tipo overol o pinafore dress también formaba parte esencial de su discurso vestimentario; una de sus prendas estrella que rediseñaba cada temporada de acuerdo a la estación, y que conjuntaba junto a blusas o suéteres de manga larga.


Piezas de la colección “Ginger Group” lanzada en 1963


Influencia masculina: Comodidad y protesta

Tal como lo hiciera Coco Chanel en su tiempo, Quant exploró los ítems del armario masculino para trasladar sus cualidades sartoriales y confortables a sus creaciones. En búsqueda de inspiración, posó su mirada en la sastrería y en los trajes militares para concebir trajes femeninos de líneas relajadas. Era su manera de desafiar las reglas de género en el vestir. En esta instancia, el pantalón jugó un rol trascendental, puesto que era una prenda casi prohibida para las mujeres, ya que su uso estaba relegado para la privacidad del hogar y para ciertas ocasiones informales. Pese a esto, Quant lo adoptó como su declaración rebelde de estilo.


Gestos masculinos adaptados a la estética Quant

Incluso, alguna de sus piezas contenían un mensaje de protesta; una sátira a las inhibiciones que padecían las mujeres, lo que se refleja en su diseño “Bank of England” un vestido de estampado de raya diplomática, cuyo uso era exclusivo de la sastrería masculina. Era su manera de ironizar la imposibilidad que tenía la mujer para abrir una cuenta bancaria, asunto que podía hacer realidad contando únicamente con la autorización de un cercano masculino.



Mini falda: Liberación y sexualidad

El look de falda corta se convirtió en la apuesta de mayor riesgo creada por la diseñadora, el cual poco a poco iba captando popularidad y acaparando la atención de los medios, ganándose el nombre de mini falda; una tendencia emergente que fue desarrollándose a la par de los alocados movimientos del rock and roll y del yeyé, en un tiempo en el que la mujer se encontraba experimentando nuevas libertades a nivel social, siendo una de ellas, la invención de la píldora anticonceptiva. En alguna oportunidad, la diseñadora confesó que ella no inventó la mini falda, fue la época la que le demandó que la creara. De esta manera, siguiendo el pulso del momento, se encargó de revelar las piernas de las mujeres; a tono con aquella nueva conquista, convirtiendo a esta prenda en el símbolo internacional de la moda londinense y de la liberación femenina.


Evolución de los largos de la falda hasta alcanzar la altura mini


El “Wet Look”

El deseo del hombre de llegar a la luna y la “carrera espacial” que este desató, dio pauta para que la moda indagara en nuevas materialidades. De repente, el vinil se convirtió en el elemento preciso para desarrollar propuestas de tintes futuristas. Quant lo acogió para crear su colección “Wet Look” en colaboración con la marca Alligator, presentando una serie de piezas impermeables ideadas para la lluvia, incluyendo opciones de calzado tipo botín tobillero y largo. 


Incorporación del vinil en la creación de prendas impermeables


Foto de campaña e items de la colección “Quant A Foot”


Los 70

Entrando a una nueva década, su estilo expresó una evolución madura; mostrando una silueta lánguida, dejando a un lado los trajes estructurados. Con la idea de un estilo pensado para la mujer profesional y siguiendo los lineamientos de la moda estadounidense, adoptó la idea de prendas separadas y combinables entre sí. Para la noche, abrazó el largo maxi para vestidos de cuello halter y líneas fluidas. Para acompañarlos, ideó su versión de plataformas, calzado representativo de la época. 


Silueta relajada en estilismos para la mujer profesional




Con todas estas contribuciones e innovaciones, Quant ayudó a que Londres se convirtiera en el nuevo centro generador de moda y tendencias, desplazando a París; brindando, además, con la exportación de sus productos, un aporte significativo a la economía inglesa y a su vez, marcando un hito sin precedentes dentro de la historia del armario femenino.  


Predicciones de Estilo: ¿Es el fin de la logomanía?


Una de las tendencias más reiterativas de estas últimas temporadas parece estar llegando a su ocaso. El declive del reinado de los logos.


Por: Sasha Santamaría (Consultora de Moda y Estilo)


Según la ley de las tendencias, cuando un gesto se repite intensamente dentro de la esfera de la moda es una señal de que el fin de su popularidad se acerca. Este parece ser el destino de la logomanía, aquel dictamen estilístico que ha venido inundando las pasarelas con su impronta caracterizada por el protagonismo desinhibido de logotipos dispuestos en formato maxi tanto en prendas como en accesorios.
Todo comenzó de la mano del irreverente Demna Gvasalia justo cuando su nombre estaba empezando a ganar reconocimiento gracias a Vetements, la firma que fundó junto a su hermano Guram y que en septiembre pasado decidió abandonar su rol como co-creador.
De la colección que idearon para Primavera 2016 se desprende el ítem que disparó el boom de los diseños con marcas por todos lados: la polémica camiseta con un estampado frontal del logotipo de la empresa de correos DHL cuyo costo era de aproximadamente 200 dólares.


De la pasarela a la calle: Los logos se apoderan del vestir

Este fue el hito que abrió el camino para que la moda se contagiara por la novedad de exhibir sin descaro sus logos como símbolo de prestigio –tal como sucedió a finales de los 80 e inicios de los 90-. La consigna a cumplir era mientras más grande y más notorio, mejor.
Esta particular noción de “nuevo lujo” relacionada con la exhibición resultó más que apropiada para estos tiempos de Instagram, donde resulta primordial retratar un look lleno de detalles fotografiables. 
Siguiendo esta línea, Gvasalia, sin tapujos, se atrevió a aplicar esta narrativa a la discreta y modesta casa española Balenciaga –donde oficia de director creativo-, otorgándole así, un aire urbano y desenfadado con influencias del streetwear.


El nuevo Balenciaga: Logos y tintes urbanos

Con ello, vino el esperable efecto dominó. Las grandes casas de moda no quisieron quedarse atrás y sucumbieron ante esta estética de formas verbales desmesuradas, convirtiendo a sus adeptos en carteles de publicidad andantes, con sus monogramas y logotipos aplicados en toda su gama de complementos.  


La versión  “Logomania” de Givenchy, Chanel y Valentino

Como la moda se caracteriza por un ímpetu de renovación constante cabe preguntar: ¿estará cerca la fecha de vencimiento de esta invasión tipográfica? Nosotros elaboramos una aproximación a esta interrogante. En nuestro análisis de las colecciones de Verano 2020 hemos determinado la aparición de una contra tendencia, es decir, un estilismo que marca una vía opuesta a la necesidad de extra visibilidad intrínseca de la logomanía.


Las pasarelas lo dicen, se impone el minimal style

Es así como auguramos el retorno del minimalismo, puesto que las pasarelas de marcas como Boss, Off-White y Nina Ricci, conceden luces del regreso a una estética dominada por la depuración y la simplicidad. Un silencio visual total que no resulta aburrido puesto que se permite avivarse con el uso de tonos encendidos. Todo indica que la moda femenina regresa a un estado de calma.



Lo mejor del Paris Fashion Week


Por: Sasha Santamaría

Con las presentaciones de París se da por finalizado el vertiginoso y  ensoñador mes de la moda. La ciudad luz es la encargada de poner el punto final y sus propuestas no defraudan. Diseñadores que debutan y otros que regresan, fantasía y parisian chic son las claves que resumen algunos de sus mejores momentos.

Saint Laurent


Anthony Vaccarello tiene muy presentes los códigos fundacionales con los que Yves Saint Laurent construyó la imagen de la mujer moderna. Una colección dominada por el negro, con el tuxedo como prenda emblema, el cual aparece en opciones de mini vestidos y chaquetas de escote profundo. Equipos pensados para vestir con sensualidad la noche.


Celine


Un tributo a la versatilidad del denim. Fiel a su idea de feminidad bohemia, Hedi Slimane, actual director creativo de la marca, propone una colección de aires setenteros –sí, los 70 están de regreso- en la que el dúo bermudas + botas altas se convierte en el estilismo que debemos incorporar a nuestro board de inspiración, al igual que su visión de combinación denim + denim.


Dries Van Noten


El desfile del diseñador belga trajo consigo una gran sorpresa; ya que su colección de verano fue concebida en conjunto con Christian Lacroix, el luminoso modisto francés de alta costura que en 2009 debió cerrar su firma. Su aporte se evidenció en la presencia de siluetas de amplio volumen que se fusionaron al imaginario historicista y ecléctico que caracteriza a la marca.


Schiaparelli


Para su debut pret-á-porter, Daniel Roseberry recurrió a las raíces surrealistas con las que Elsa, fundadora de la maison, desafío a la moda de su tiempo. Jugando con la ilusión del trompe-l’oeil, concibió piezas con dejos humorísticos, como un blazer decorado con bordados de hormigas. Su abrigo de diseño de piel de vaca anuncia el que pronto se convertirá en el estampado de tendencia.


*Publicado en Revista Cosas Ecuador: https://cosas.com.ec/lo-mejor-del-paris-fashion-week/

Renueva tu estilo de working-woman con estas tendencias


Por: Sasha Santamaría

En las pasarelas del Milán Fashion Week fichamos ciertos estilismos pertinentes para que los adaptes a tu vestuario diario de trabajo. Colores, detalles y prendas con sentido utilitario que hemos elegido para ayudarte a modernizar tu armario profesional. Estas cinco tendencias son las herramientas que podrás utilizar para darle un giro a tus ensambles de oficina.

Colourful Suit

Visto en: Agnona- Boss- Annakiki- Brognano 

El icónico conjunto de dos piezas compuesto de blazer y pantalón se renueva a través del color. Una versión vibrante y monocroma que se presenta como una opción audaz y contemporánea alejada totalmente del tradicional traje de tonos neutros. La clave está en acompañarlo con calzado en tono nude o blanco que no compita con la vivacidad del traje. Aplica el mismo requerimiento en el caso de los accesorios. 


Solapas protagonistas

Visto en: Prada- Fendi- Salvatore Ferragamo- N°21

Como un guiño a la moda del power dressing de los 80 –aquella que vistió con autoridad a las mujeres, permitiéndole incursionar en ámbitos liderados por hombres-, en esta temporada las solapas maximizan su tamaño para convertirse en el punto focal de los atuendos. Siguiendo una misma línea de color o a contratono, podrás designarlo como el detalle relevante de tu look. Para mantener el equilibrio, procura que el resto del equipo conserve una temática minimalista.

Bermudas masculinas

Visto en: Sportmax- Annakiki- Max Mara- Bottega Veneta

Sabemos lo dificultoso que resulta en términos estilísticos idear un conjunto profesional cuando la temperatura sube. Esta opción de bermuda de notables reminiscencias masculinas será el ítem que hará llevadera la tarea de vestir en días de mucho sol. Necesitarás –por supuesto- un maxi blazer que siga la intención andrógina y oversize que propone esta prenda. Y si el termómetro baja, podrás recurrir a un par de medias de nylon oscuras para cubrir las piernas. 


La dupla vestido + pantalón

Visto en: Giorgio Armani- Agnona- Drome- Calcaterra

Un dúo que regresa nuevamente para tratar de instalarse en nuestro clóset como propuesta de vestir cotidiana. Una combinación que recuerda a uno de los conjuntos estrellas del diseñador Paul Poiret y que a primera vista promete comodidad por partida doble. Para que funcione a tu favor, tan solo deberás cuidar la armonía de proporciones entre ambas prendas, decidiendo el tipo de silueta que dominará el conjunto: fluida o estructurada. 


Un ´pop´de color

Visto en: Tods- Bottega Venetta- Boss

Aceptémoslo. El look negro total es una de nuestras apuestas predilectas para vestir en el trabajo, por ser la ejecución absoluta de la idea de chicness profesional. Por ello, solemos tenerlo en nuestro armario como el comodín salvador que nos hará lucir eficientes y sofisticadas. Pero, ¿qué tal si añadimos algo de color para romper un poco su seriedad? Para cumplir esta consigna, recurre a un calzado de un tono llamativo y brillante que aportará un acento de vistosidad.