Flatforms: Urbana y Chic

Por: Sasha Santamaría


Para hablar de las flatforms, debemos hacerlo iniciando por la historia, del tipo del calzado del cual provienen: las plataformas. En París del siglo quince, la aristócrata Catalina de Medici, afectada por su baja estatura, recurrió a estos zapatos de altura, imponiendo su uso en la moda de aquella época. 
Al mismo tiempo, eran utilizadas en varias poblaciones de Italia, con el propósito de elevarse y así evitar, que los ruedos de la ropa tuviesen contacto con el piso. Luego de esta época, pasaron mucho tiempo en desuso, hasta que a finales de la década de los treinta, Salvatore Ferragamo, las reinventa y recupera, inspirándose en las plataformas de rafia, utilizadas por bailarinas cubanas. 
Para esta temporada, las plataformas dejan sus contornos tradicionales para evolucionar en las flatforms, sandalias de plataformas planas con influencias deportivas. Ideales para el ritmo de vida urbano, y precisas para acompañar conjuntos casuales, con bases de goma o corcho para la ciudad, y de rafia para la playa, el detalle a tener en cuenta es el ancho de la pulsera que rodea el tobillo. Si estos son prominentes, preferir pulseras finas, de igual manera si las piernas son cortas. Con tonos nude, podemos crear un efecto visual de afinamiento y alargue.


*Texto escrito para Revista Dominguero de Diario Extra de Ecuador

Tendencias: Pantalones Culotte


Por: Sasha Santamaría



De acuerdo con el cuadro cronológico del historiador de moda James Laver, conocido como Ley de Laver, donde, utiliza adjetivos para describir cómo es vista una moda luego de su auge, según el paso de los años, una prenda es encantadora cuando aparece setenta años después de su aparición. Este fue el lapso de tiempo, para que una prenda ícono de otra década, usada por mujeres de otro tiempo, vuelva para disposición de nosotras, mujeres de este tiempo, lo cual deja en evidencia, la manera en que la moda rebusca constantemente en sí misma para renovarse, para crear novedad.

La historia de estos “nuevos” pantalones llamados culotte, tiene sus antecedentes en lo deportivo, aunque, una década antes, en los años veinte, las mujeres se mostraban reacias de usar pantalones en ninguna ocasión, ni para uso informal ni deportivo,  acechadas por ideas prejuiciosas que ponían en duda su belleza, feminidad, incluso, su condición sexual, por ser considerada esta, una prenda símbolo de autoridad masculina. Sin embargo, el cambio de estilo de vida que implicaba actividades de mayor movimiento, como ir de excursión o la práctica de deportes, requería prendas acordes con estas nuevas libertades.  
Es en este momento, que aparece la figura de la visionaria y vanguardista Elsa Schiaparelli, quien diseñó esta prenda a partir de las necesidades de Lili Álvarez, su amiga tenista. Schiaparelli imaginó entonces, una prenda que tuviese la amplitud de una falda y el resguardo de un pantalón. De esta fusión de tipologías nace el culotte.
Setenta años después de su nacimiento, en este momento de la moda donde todo es válido, e infinidad de estilismos son posibles, podemos darle el matiz que se adecue a nuestro estilo personal. Una silueta ideal podría estar compuesta por un crop top o una blusa holgada con sandalias planas, flats o tenis para ocasiones informales o, una silueta sastrera armada por un blazer o un  abrigo extralarge, con botines o stilettos para días con algo de frío.

Hay que tener presente que como toda prenda de tendencia, no necesariamente resulta favorecedora para todas. Los pantalones culotte, al ser una prenda con mucha amplitud, agregan volumen a la parte inferior de nuestro cuerpo, especialmente si sobre la pretina presenta detalles como pliegues, pinzas o tablones. La misión, es encontrar el modelo ideal que se ajuste y potencie nuestras formas.