Looks de transición, la técnica que transformará tus conjuntos en un instante



Sácale el máximo partido a tus ensambles con esta herramienta de estilo.


Por: Sasha Santamaría (Consultora de Moda y Estilo)

Hay ocasiones en las que el tiempo apremia y nos impide concedernos el ceremonioso momento de arreglarnos frente al espejo de manera mesurada. Probablemente, existan apenas unos segundos para retocar el maquillaje, pero la posibilidad de realizar un cambio de ropa se presenta inexistente. Son ocasiones en las que la practicidad y la simplificación se convierten en las variables que nos permitirán resolver nuestros conjuntos con agilidad. Un look de transición cumple a cabalidad con este cometido.

Generalmente es un concepto que hace referencia a las soluciones de vestuario pensadas para la temporada de entretiempo; aquel limbo climático que se experimenta entre cambio de estación, cuando no hace ni mucho frío como para usar abrigos ni tanto calor como para usar tops de tirantes. Siendo consciente de la versatilidad de este concepto, decidí darle un giro y concederle una perspectiva diferente, aplicando su funcionalidad para transformar un look de una ocasión casual o laboral a uno producido, realizando pequeñas modificaciones de estilismo a partir de la incorporación de piezas que hacen parte de nuestro fondo de armario.  He preparado algunos casos para que visualices las situaciones en las que podrás aplicar este procedimiento.


Transición #1: Cambio de un conjunto de trabajo a uno para la noche

Puedes elevar el nivel de un atuendo laboral compuesto por prendas clásicas sumando complementos dorados –o plateados-. Unos stilettos metalizados junto a un brazalete y aretes de diseño imponente son suficientes para sumar glamur y dejarte lista para un compromiso importante luego de tu jornada.




Otra alternativa para convertir un look de trabajo a uno nocturno recae en la incorporación de complementos de un color llamativo. En este caso, debido a su indiscutido poder visual, elegí el rojo aplicado tanto en los accesorios como el maquillaje, con el propósito de crear puntos focales que añadan vivacidad y contrarresten la sobriedad del conjunto original.



Transición # 2: Viajes

Cuando nos encontramos de viaje y disponemos de una selección de ropa acotada, la creatividad al momento de articular las piezas será nuestra gran aliada. Por ello, a la hora de preparar tu maleta dale prioridad a tus básicos, ya que su versatilidad y la forma en que los combines te ayudarán a crear ensambles aptos para cubrir todas tus actividades. Tal como indica la ilustración, una blusa denim que en el día puedes usar con unos shorts y tenis –en modo turista- en la noche podrás conjuntarla con unos jeans skinny de símil cuero, sandalias y accesorios de pedrería.



Transición # 3: Look veraniego casual a uno de “invitada ideal”

Todas tenemos en nuestro armario un vestido floral de tejido liviano que adoramos lucir cuando el sol y su brío comandan el día. Además de elegirlo para tus caminatas a la tarde, podrás lucirlo en un compromiso especial a la mañana si cambias tus sandalias flats por unas sandalias de tacón en un tono que realice un contraste armónico con el color del vestido.




Opinión para Revista Semana de Diario Expreso (Ecuador)






Consultada por Revista Semana de Diario Expreso para realización de artículo sobre tendencias de moda Otoño/Invierno 2020 (https://www.expreso.ec/ocio/fashion-weeks-oda-creatividad-5152.html)


Alexander McQueen: La historia detrás del mito



A diez años de su fallecimiento, revisamos la trayectoria de uno de los últimos genios de la moda.


Por: Sasha Santamaría (Consultora de Moda y Estilo)


Lee Alexander McQueen es uno de esos nombres que permanecerá eternamente fulgurante en el firmamento de la moda; el hijo de un matrimonio inglés de clase obrera que logró estremecer la moda de los noventa y principios del 2000 con su poética sombría romántica-gótica-futurista, marcando un parteaguas en la historia de esta industria.
Sus primeras inquietudes por el mundo del diseño surgieron durante su adolescencia, curiosidad que le motivó a solicitar una vacante como aprendiz en la tienda de sastrería Anderson & Sheppard, ubicada sobre la calle Savile Row en el barrio londinense de Mayfair. Tenía apenas 16 años. Aquí, tuvo la oportunidad de nutrirse de la impecabilidad y rigurosidad de confección por la cual es reconocida mundialmente la sastrería británica, desarrollando habilidades que posteriormente, se convertirían en las herramientas que le permitirían dar forma a sus intricadas creaciones desde el principio hasta el final.


Lee McQueen trabajando en su estudio. Crédito: Archivo Alexander McQueen

Luego de dos años de entrenamiento, decide que era momento de avanzar en su preparación como diseñador. Su siguiente objetivo: trabajar en la prestigiosa escuela de diseño Central Saint Martins, la incubadora de grandes mentes de la época como John Galliano y Stella McCartney. Se entrevistó con la directora de la carrera y le expresó su deseo. Obtuvo una respuesta negativa, sin embargo, no desistió y acudió a un segundo encuentro, esta vez con sus bocetos en mano, lo que le valió la oportunidad de adquirir un cupo para comenzar su instrucción como diseñador.  
En 1992 culmina su etapa de estudiante con la presentación de su desfile de graduación. Entre los asistentes, se encontraba la que sería uno de los personajes determinantes para el desarrollo de su carrera; Isabella Blow, la entonces editora de la edición inglesa de Vogue quedó deslumbrada con su colección, tanto así que decidió comprarla en su totalidad. Blow utilizó sus contactos para dar a conocer el talento de McQueen, quien un año después de haber finalizado sus estudios decide lanzar su propia marca, presentando su colección Taxi Driver de la cual se desprende el pantalón “bumster”, una tipología de tiro extra bajo que revelaba más allá del final de la espalda.


Izq: Pantalón “bumster” de su colección Taxi Driver. Der: Alexander junto a su mentora y amiga Isabella Blow. Crédito: Archivo Alexander McQueen, Shutterstock


De repente, su nombre acaparaba los titulares, y la prensa, desconcertada ante su singular propuesta, no tardó en etiquetarlo de misógino y provocador. Y es que la narrativa vestimentaria de McQueen se apoyaba en performances monumentales que rozaban con lo artístico, protagonizadas por modelos que parecían violentadas, extasiadas, como acabadas de presenciar una escena perturbadora, cuando en sus propias palabras, su intención era expresar las oscuridades y bajezas de la condición humana, algo que puso de manifiesto en colecciones como Highland Rape -inspirada en una relación violenta que vivió su hermana- y Voss, que presentó en medio de un contexto que evocaba un sanatorio mental con modelos ataviadas con vendajes sobre sus cabezas. Su fin estético era ver belleza donde otros veían fealdad; visibilizando aquello que causaba incomodidad.


Ensambles de las colecciones Highland Rape y Voss. Crédito: Showstudio.com

La deconstrucción fue otra de las claves sustanciales de su obra, algo que lograba con el movimiento histérico de sus tijeras, confeccionando por ejemplo, un corsé a partir del despiece de una chaqueta masculina. De esta manera, colección tras colección, su figura se instauraba como una de las nuevas promesas de la moda, llegando a llamar la atención de la casa Givenchy, que lo convocó en 1997 para convertirlo en su nuevo director creativo, en reemplazo de su coterráneo John Galliano.

El clima interno en la maison era confuso, los modistos del taller se preguntaban cómo encajaría la voz de un rebelde punk inglés en el discurso clásico de la tradicional casa parisina. A pesar de este escenario de incredulidad, McQueen hizo lo suyo aportando un giro intrépido a la modesta silueta Givenchy, salpicándola con sus habituales referencias historicistas y de ciencia ficción. 
Con esta nueva responsabilidad a cuestas, su trabajo y capacidad creativa fue llevada al límite, ya que al mismo tiempo continuaba desarrollando colecciones para su marca homónima, llegando a crear catorce colecciones al año, época que el mismo describió como “dramática”. A este extenuante ritmo laboral que experimentaba, se sumaba una depresión que Lee McQueen adolecía en silencio. Sin embargo, su nombre ya formaba parte del podio de los grandes, lo que le llevó en diciembre del 2000 a vender el 51 por ciento de las acciones de su marca al grupo Gucci bajo la promesa de una libertad creativa absoluta, diciéndole adiós a la capitanía de Givenchy.


Conjuntos de su colección Otoño 1999 para Givenchy. Crédito: Vogue Runway

Aunque dueño de su propio destino, las responsabilidades no cesarían y la intención de sus socios era ampliar el alcance comercial de su marca, llevándolo a incursionar en el rubro de la perfumería, el diseño de jeans, anteojos y ropa masculina.
Con un ilimitado presupuesto a su favor, las puestas en escena de sus colecciones eran cada vez más complejas y elaboradas, y su visión como creador más afilada y cohesiva. La inmaculada precisión y entalle de su sastrería se convirtieron en el rasgo diferencial de su trabajo. Todo indicaba que se encontraba en el culmen del éxito. Pero pronto, llegaría uno de los sucesos que lo trastocarían emocionalmente. En mayo de 2007, su mentora y amiga Isabella Blow decide terminar con su vida. Para homenajearla, diseñó su colección de Primavera 2008 inspirado en su particular estilo y su fascinación por las aves, complementando sus conjuntos con tocados elaborados por Philip Treacy, otro de los protegidos de Isabella.

Colección Primavera 2008, diseñada en honor a Isabella Blow

En octubre del 2009 vería la luz la que sería su última y posiblemente más celebrada colección; Plato’s Atlantis. Gracias a la gestión de Nick Knight –uno de los cómplices creativos de McQueen- y su proyecto Showstudio.com, este desfile se convirtió en el primero en ser transmitido en vivo a través de una web.
La colección era una sinfonía de mini vestidos con estampados simétricos que asemejaban formas de seres marinos y reptiles. Los zapatos armadillo –que Lady Gaga popularizó en su video Bad Romance- cerraban la visión de mujer sirena-alienígena que McQueen imaginó a partir de un escenario apocalíptico consecuencia de un posible desastre ecológico causado por la contaminación ambiental, donde luego del derretimiento de los glaciares, el mar se convertiría en nuestro hábitat.


Plato’s Atlantis, la última colección firmada por Alexander McQueen

Mientras su vida profesional iba en alza, su costado personal iba en descenso. El 2 febrero del 2010, fallece su madre Joyce McQueen, la mujer que estuvo presente desde sus inicios como espectadora en la primera fila o en el backstage convidando sánduches al equipo del diseñador.
Nuevamente, la vida de otro de sus grandes afectos se desvanecía. Otra pena que acrecentaba su profunda depresión. Derrotado ante la batalla con sus demonios internos, un 11 de febrero, nueve días después de haber perdido a su madre, se despide dejando una nota en uno de sus cuadernos de dibujo: “Cuiden a mis perros. Lo siento. Los amo”. Y desde aquel día la moda lamenta el ocaso prematuro de una de sus estrellas más brillantes.


*Publicado en Revista Cosas Ecuador: https://cosas.com.ec/alexander-mcqueen/



Tendencias masculinas que podrás adaptar a tu estilo




Apunta esta selección que tomará por sorpresa a tu armario.


Por: Sasha Santamaría (Consultora de Moda y Estilo)

Los límites no existen al momento de buscar referencias inspiracionales que nos permitan renovar nuestros estilismos. Ni siquiera en términos de género, al menos en el terreno de la moda, ya que gracias a ciertas conquistas, las mujeres tenemos la licencia de realizar préstamos del armario masculino y así, poder gozar de la comodidad y elegancia sartorial de sus ítems más relevantes. Con esta premisa, exploramos las colecciones masculinas de Otoño/Invierno 2020 donde fichamos las siguientes cuatro tendencias y además, te contamos de qué manera integrarlas a tu vestuario.


Colour shocking suit


Visto en: Fendi- Jacquemus


El clásico traje de chaqueta y pantalón se tiñe de una paleta de color altamente vibrante, donde las tonalidades sólidas y brillantes se encargan de remasterizar y darle una vuelta moderna al tradicional ensamble de dos piezas. Te lo recomendamos ampliamente para vestirlo en la oficina, solo recuerda contenerte con los accesorios –prefiere unos de impronta discreta- al igual que el calzado, eligiendo una opción en gama nude, y para la noche, prueba con unas sandalias de tiras con apliques de strass.


Blazer estampado

Visto en: Givenchy- Casablanca


Tenemos claro que el blazer es uno de las piezas que sí o sí deben estar presentes en nuestro fondo de armario. Además de la usual versión llana, un diseño estampado se convertirá en el cierre final para tus atuendos relajados de jeans e incluso, para refrescar tu look ejecutivo de viernes casual. Solo tendrás que decantarte por un motivo que sea afín a tu estilo personal. Según nuestro relevamiento, para esta temporada se imponen el animal print y los gráficos de inspiración arabesca.


Formas botánicas sectorizadas

Visto en: Alexander McQueen- Valentino


Si deseas concentrar la atención de tu conjunto en un punto específico, este recurso se convertirá en una gran herramienta. Por ejemplo, si tienes dudas acerca del tamaño de la parte inferior de tu cuerpo, puedes optar por lucir una blusa o un top cuyo diseño contenga este tipo de estampado en formato maxi, de esta manera lograrás desviar el foco de aquella zona que te genera dudas y concederás protagonismo a otra parte del cuerpo.



Efecto degradé


Visto en: Louis Vuitton- Isabel Marant Homme


¡Adiós tie-dye, hola degradé! Despedimos la tendencia que fue furor durante el 2019 para abrir paso al efecto degradé, una terminación de tonos sutilmente difuminados que recuerda los colores que se funden en el cielo al momento en que cae el sol. El dramatismo visual de esta gradación cromática se postula como una alternativa glamurosa para lucir en vestidos de formas voluminosas o fluidas durante un evento cocktail o de alta gala.