Para poder sintetizar los sucesos
que ayudaron a definir el espíritu de la moda de este año, sin duda, pieza
fundamental es la figura del diseñador Karl Lagerfeld, quien a través de Chanel
y gracias a su afilada intuición, supo descifrar los códigos que marcarían el
pulso de la moda en este año.
Iniciando con la presentación de la colección para la temporada Primavera/Verano 2014, donde, ingeniosamente, incorporó elementos del rubro deportivo al exquisito universo de la alta costura. Zapatos deportivos (bellamente elaborados por el taller francés Massaro) fueron acompañantes de trajes sastreros en tejido de tweed y de vestidos adornados por delicadas plumas y bordados, tendencia que tuvo una réplica instantánea en los diferentes rubros de la moda.
Esta declaración de libertad vestimentaria, que luego Lagerfeld pudo reafirmar en su desfile de Primavera/Verano 2015, dentro de un marco de protesta social donde el feminismo, (tema que curiosamente coincidió con el aclamado discurso de Emma Watson como embajadora de la ONU) fue el argumento preciso para exponer que la moda, como componente lúdico del mundo de lo femenino, puede tener un sentido y un contenido; y que si feminismo es sinónimo de libertad, la moda también puede ser un vehículo para alcanzarla.
Iniciando con la presentación de la colección para la temporada Primavera/Verano 2014, donde, ingeniosamente, incorporó elementos del rubro deportivo al exquisito universo de la alta costura. Zapatos deportivos (bellamente elaborados por el taller francés Massaro) fueron acompañantes de trajes sastreros en tejido de tweed y de vestidos adornados por delicadas plumas y bordados, tendencia que tuvo una réplica instantánea en los diferentes rubros de la moda.
Esta declaración de libertad vestimentaria, que luego Lagerfeld pudo reafirmar en su desfile de Primavera/Verano 2015, dentro de un marco de protesta social donde el feminismo, (tema que curiosamente coincidió con el aclamado discurso de Emma Watson como embajadora de la ONU) fue el argumento preciso para exponer que la moda, como componente lúdico del mundo de lo femenino, puede tener un sentido y un contenido; y que si feminismo es sinónimo de libertad, la moda también puede ser un vehículo para alcanzarla.
*Este texto fue escrito para el suplemento de moda "Dominguero" de Diario Extra de Ecuador