Para hablar de las flatforms,
debemos hacerlo iniciando por la historia, del tipo del calzado del cual provienen:
las plataformas. En París del siglo quince, la aristócrata Catalina de Medici,
afectada por su baja estatura, recurrió a estos zapatos de altura, imponiendo
su uso en la moda de aquella época.
Al mismo tiempo, eran utilizadas en varias
poblaciones de Italia, con el propósito de elevarse y así evitar, que los
ruedos de la ropa tuviesen contacto con el piso. Luego de esta época, pasaron
mucho tiempo en desuso, hasta que a finales de la década de los treinta, Salvatore
Ferragamo, las reinventa y recupera, inspirándose en las plataformas de rafia,
utilizadas por bailarinas cubanas.
Para esta temporada, las plataformas dejan
sus contornos tradicionales para evolucionar en las flatforms, sandalias de
plataformas planas con influencias deportivas. Ideales para el ritmo de vida urbano,
y precisas para acompañar conjuntos casuales, con bases de goma o corcho para
la ciudad, y de rafia para la playa, el detalle a tener en cuenta es el ancho
de la pulsera que rodea el tobillo. Si estos son prominentes, preferir pulseras
finas, de igual manera si las piernas son cortas. Con tonos nude, podemos crear
un efecto visual de afinamiento y alargue.
*Texto escrito para Revista Dominguero de Diario Extra de Ecuador