Por: Sasha Santamaría
La llegada de un nuevo año genera
una mezcla de emociones con esperanza de nuevos cambios, nuevos propósitos y
sueños que deseamos se hagan realidad en el año que está por venir. Entonces,
unos días antes de que termine el año, realizamos una lista en la que
escribimos anhelos de felicidad, éxito y armonía para distintos ámbitos de
nuestras vidas. Amor, profesión, viajes, suelen ocupar nuestras primeras
líneas, pero, ¿qué hay de nuestra imagen?
Día tras día, una de las primeras
actividades que realizamos es vestirnos. De hecho, el vestir es un acto
recurrente en nuestras vidas. Necesitamos vestirnos adecuadamente –dentro de
nuestras posibilidades y nuestras motivaciones- para el trabajo, para la
universidad o para aquellas ocasiones especiales de la vida. Ahora que entramos
al segundo mes del año, estamos a tiempo para determinar aquellos cambios que
podemos realizar para refrescar nuestro estilo personal.
Con las siguientes pautas, podrás inspirarte para continuar el año con un estilo renovado:
-Dile sí al color: Está comprobado el poder que tiene el color para
influir en nuestro estado de ánimo. Lo sintieron alguna vez? No es lo mismo
vestirse con la rigurosidad del negro –ideal para proyectar autoridad- que
decantarse por la frescura y tranquilidad del celeste o la vivacidad del verde.
Si el paso de tonos neutros a color te resulta algo agresivo, puedes empezar
incorporando el color en accesorios o eligiendo prendas que lo lleven en
pequeños detalles
-Nuevas combinaciones: No es tarea fácil arriesgarse a combinar colores
puesto que el resultado- si no se cuenta con un sentido estético desarrollado- puede
llegar a ser poco armonioso. Una manera sencilla de lograrlo es combinando un
color en diferentes matices, por ejemplo, un rosa claro con uno oscuro. Un consejo: mirar en la naturaleza, en ella se encuentran las combinaciones más exactas
y auténticas que incluso inspiran a muchos diseñadores
-Siluetas diferentes: En la moda, la silueta es el recurso
utilizado para definir el contorno visual de una prenda. Cada silueta está
cargada de connotaciones diferentes, puesto que representan el ánimo de vestir
de una época determinada. Por ejemplo, aquella silueta amplia en forma de flor
que se agranda desde la cintura, representa el regreso de la feminidad de los
cincuenta. Entonces, si la intención que deseo para mi vestir es conectarme con
mi feminidad, puedo decidirme por faldas y vestidos de esta línea. Por otro
lado, si mi vestir está regido por la sensualidad de amplios escotes y prendas
que se ajustan al cuerpo, puedo experimentar con prendas de siluetas flotantes u
oversized que en lugar de exponer, revelan
discretamente.
-Un sí también a las estampas: Los estampados y su infinidad de
motivos aportan el toque de humor a nuestro vestuario, además de que ayudan a
romper con lo clásico, otorgando un aire audaz y dinámico a nuestro vestir.
-Más faldas y más vestidos: Tanto el jean como los pantalones se
han instaurado como prendas referentes de comodidad y practicidad en nuestro
guardarropa, puesto que nos permiten movernos libremente. Sin embargo, las
faldas y los vestidos también son complacientes con este requerimiento, pero,
por alguna razón, las hemos relegado para compromisos especiales. Qué tal si
empezamos a incorporarlas en nuestros conjuntos de día a día? Nada como la
sensación de caminar con un lindo vestido o falda que se mueve al ritmo de
nuestro andar.
-Universo stiletto: Además
de las faldas y vestidos, otro accesorio de la moda que simboliza feminidad son
los tacones. Destacados creadores como Manolo Blahnik y Edgardo Osorio de
Aquazurra, señalan aquella fuerza y cambio tanto como de postura y actitud que
un par de tacones es capaz de concederle a la mujer. Para las más hábiles, se
encuentran aquellos de alturas imposibles. Para las menos experimentadas, están
los zapatos con taco tipo chino o kitten
heel. Lo importante es atreverse a experimentar aquella sensación de sentirse
elevada sobre un pedestal.
-Labios rojos: Algo tan sencillo como aplicar un labial de este
color puede mejorar tu ánimo, tu actitud y tu día
-Viste una sonrisa!: Sí, una buena actitud también cuenta y combina con todo
Cuál de estas pautas te gustaría poner en práctica para renovar tu
estilo?