Un neceser ideal


Por: Sasha Santamaría




El primer acercamiento que tuve con un neceser o bolsita de cosméticos se dio gracias a mi madre. Aún recuerdo cuando de pequeña a modo de travesura, hurgaba su bolso con mi mano inquieta en búsqueda de su cosmetiquera donde encontraba un mundo de labiales y polvos brillosos que disponía libremente sobre mi cara.

Luego de algunos años, aquella curiosidad sigue vigente, aún conservo el gusto de curiosear –si me lo permiten- los bolsitos de maquillaje de mis amigas. Y es que gracias a este artilugio podemos mantener en orden y cuidar nuestros cosméticos.  Ahora ¿cuáles son aquellos básicos de maquillaje útiles para resolver nuestro aspecto diario y que debemos tener en nuestro neceser?.  

Resulta práctico contar únicamente con lo necesario y así tener a mano aquellos productos que permitirán componer nuestro maquillaje sea para el día o para la noche:

La base: Personalmente no soy fan de las bases puesto que al menos en las pocas ocasiones en las que debí utilizarla, sentí mi piel muy pesada y como siempre me inclino por lo natural aquella no es una sensación que disfrute. 
Sin embargo, hace un par de años descubrí la BB Cream de Maybelline NY que tiene la textura perfecta para mí. Se trata de una crema de color bastante ligera que empareja el tono de la piel. A mí me basta con aplicar unas cuantas gotas y listo. Creo que cuando tienes tu piel en buen estado, hidratada y con aspecto saludable no es necesario cubrirla tanto.

El rímel: Cuando se trata de maquillar los ojos para el día, aplico máscara de pestañas únicamente sobre aquellas que están cerca del final del ojo. Eso sí, para la noche la mirada va recargada, evitando el exceso de producto para que no aparezcan grumos. 
Actualmente estoy encantada con la máscara Classic de Maybelline NYC y otra que utilicé en algún momento y me agradó es la Phyto Mascara de Sisley Paris, puesto que sus componentes orgánicos ayudan a fortalecer las pestañas y no maltrata la zona que las rodea.

Sombras: Una paleta de tonalidades cafés para el día y algo de bronce, negro o metalizados para la noche.

Labiales: Un tono ligeramente rosa que aporte color a los labios resulta discreto para avivar el rostro en nuestra jornada diaria. Un labial que me gusta mucho porque tiene un color muy bonito es el tono 058 Drop of Sherry de Rimmel London. Y para la noche siempre rojo. Mi rouge favorito es el 166 Temptation (también de Rimmel London).

Un labial comodín: Uno de tono nude en nuestra cosmetiquera sería como aquel vestido negro que nunca debe faltar en nuestro armario, luce sofisticado y resulta un color neutro para cualquier tipo de maquillaje. Mi preferido es el tono 630 Beige á Nu de L’Oreal y me encanta porque tiene una textura suave y humectante, además que tiene un ligero aroma muy sutil y agradable.

Para ocasiones especiales: En una de mis recorridas de farmacia descubrí la paleta Kate Sculpting firmada por Kate Moss para Rimmel London. Se trata de una paleta dividida en tres partes que contiene iluminador, polvo para contornear y blush. La tengo en el tono 002 Coral Glow, ya la utilicé un par de veces y me pareció muy práctica (sobre todo porque viene con instrucciones que indican en qué zona colocar cada producto). Si al igual que yo son primerizas en esto del contouring y strobing, este producto es ideal para lograr ambos efectos con bastante facilidad. 

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