Por: Sasha Santamaría
Era el primer viernes de agosto y
en las calles de Londres circulaba una apacible brisa veraniega. Caminaba hacia
el barrio de South Kensington rumbo a mi anhelado destino: el museo Victoria
& Albert. Allí, estaba a punto de presenciar la exposición más visitada en
la historia de esta institución, aquella que convocó a más de 500 mil personas,
superando el récord establecido por “Savage Beauty” de Alexander McQueen en
2011, considerada, además una de las muestras de moda más importantes de estos
últimos años: “Christian Dior Designer of Dreams”, la cual, en primera
instancia, fue exhibida en 2017 en el Museo de Arte Decorativo de París, a
propósito del aniversario número 70 de la casa de moda francesa. La exhibición
estaba dividida en varias salas que relataban la historia de la maison desde sus inicios hasta la
actualidad. Acompáñame a recorrerlas:
La explosión del “New Look”
El 12 de febrero de 1947, en su
boutique ubicada en el número 30 de la avenida Montaigne de París, Christian
Dior debuta como diseñador presentando su primera colección de Alta Costura
para Primavera-Verano. Su propuesta resultó ser la antítesis de la moda
heredada por las privaciones de la guerra, aquella en la que primaban los
tejidos austeros y una silueta rectangular. El plan de Dior era devolver el
glamour y llevar alegría a la mujer con su concepto de “mujer flor”; ideando
una imagen de feminidad con forma de reloj de arena, de cintura definida,
hombros delicados con busto y caderas prominentes, premisas que materializó a
través de sus líneas “Corola” y “8”.
“Esto es una revolución. Tus
vestidos tienen un “nuevo look”, le expresó Carmel Snow, editora de la edición
estadounidense de Harper’s Bazaar, como un anuncio del inicio de un cambio
radical en la moda femenina.
El ensamble epítome de esta
colección es el traje “Bar”, compuesto por una chaqueta de seda y una voluminosa
falda de tafeta, el cual ha sido reinterpretado a través de la mirada de los
diseñadores que continuaron su labor creativa, como una manera de homenajear su
legado.
Izq: Traje
Bar (1947). Der: Fotografía de Willy Maywald
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Versiones
del traje Bar diseñadas por Maria Grazia Chiuri y John Galliano
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Los sucesores
Desde el fallecimiento de
Christian Dior el 14 de octubre de 1957, seis mentes creativas han sido
convocadas para mantener vivo su trabajo. Yves Saint Laurent, Marc Bohan,
Gianfranco Ferré, John Galliano, Raf Simons y Maria Grazia Chiuri (primera
mujer delegada como directora creativa), se encargaron de reinventar los
parámetros fundacionales de la casa a través de su sensibilidad particular.
Así, la época de Saint Laurent es recordada por su inspiración en las tribus
urbanas de los sesenta, Gianfranco Ferré por su sentido arquitectónico, John
Galliano por su exuberancia y teatralidad, Raf Simons por su intención
futurista y Maria Grazia Chiuri, quien
comanda actualmente la dirección de la casa, destaca por su visión urbanita y sporty.
Interpretando
la silueta Dior: Piezas de John Galliano, Maria Grazia Chiuri y Raf Simons
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Sala “The Garden”
Este salón recordaba el amor que
sentía el diseñador por las flores (gusto cultivado desde temprana edad por su
madre). Aquella fascinación que luego se convertiría en el núcleo de su
imaginario creativo, permitió que tanto él como sus sucesores conciban piezas
de marcada inspiración floral en todas las formas posibles. Los gestos de
asombro eran colectivos. Estar ahí generaba una sensación onírica, debido a las
flores que colgaban del techo y que reforzaban el romanticismo de este aspecto
tan distintivo y personal de la historia de Dior. Los vestidos allí exhibidos presentaban
rasgos que evocaban diversas variedades de flores; plasmadas a través de bordados,
estampados, siluetas y texturas. Un tributo a la feminidad de la “femme fleur”.
Piezas de
Maria Grazia Chiuri, Yves Saint Laurent, John Galliano y Raf Simons
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Romanticismo en clave floral por Christian Dior, John Galliano e Yves Saint Laurent |
Sala “Les Ateliers”
Este espacio era una ilusión
nívea conformada por los toiles (prototipos
de prueba) desarrollados por las costureras y demás integrantes de los talleres
de alta costura. Estas piezas (elaboradas en tejido de algodón blanco) permiten
realizar modificaciones de diseño, ajuste y confección antes de la ejecución
final del traje. La intención era celebrar el esfuerzo de estos artesanos de la
aguja, honrando su destreza manual, la cual constituye un aspecto sustancial de
este rubro puesto que posibilita la fantasía de la haute couture. Se exaltó de igual manera, el trabajo de talleres
tradicionales especializados en determinadas técnicas, como los plisados del atelier Lognon (puedes ver el making-of de uno de los vestidos aquí ), y los exquisitos bordados de Vermont.
Prototipos de prueba que forman parte del historial de diseño de la casa Dior |
Sala “The Dior Ball”
Para Dior, diseñar trajes de noche era una instancia en la que podía permitirse
una libertad creativa plena e ilimitada. También, le significaba una
oportunidad para demostrar las diversas habilidades de los integrantes de su
taller. Según el modisto, “la ropa de gala es una de las cosas más glamurosas
que una mujer puede tener”. Bajo esta premisa, daba forma a esplendorosos
vestidos de amplias faldas embellecidos con fulgurantes aplicaciones de bordados.
Fue en esta sala, que de repente, observé el vestido que tanto deseaba
ver: el majestuoso Junon, que el modisto
confeccionó en 1949 como parte de su colección Otoño/Invierno. Una fantasía
elaborada en seda compuesta por un top strapless
y falda en forma de pétalos con decoración de pedrería en tonos azulinos.
Su intención con estos vestidos era
ofrecerle a la mujer “un escape a la realidad del día a día”. Y esta preciosa y
mágica pieza es la consumación física de aquel deseo.
Vestido
Junon por Christian Dior (1947)
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Fue un inmenso honor tener la
oportunidad de observar y apreciar tan de cerca las creaciones de este gran
modisto. Conocer su historia y la de sus sucesores, comprender por qué para él
era tan importante devolverle a la mujer la oportunidad de sentir belleza luego
de los horrores de la guerra; de portarla, de vestirla, de brindarle una
experiencia de felicidad a través de su ropa. Ese era su sueño. Y yo lo viví a
través de esta exposición.
*Publicado en Revista Cosas: https://cosas.com.ec/recorriendo-la-exposicion-christian-dior-designer-of-dreams/
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