Dale la bienvenida al
2020 con un guardarropa renovado.
Ya se siente en el aire que un
nuevo comienzo se acerca. El año presente está llegando a su fin y de repente nos
invade un ímpetu de renovación. Empezamos a hacer un recuento de las metas que
pudimos cumplir y las que no, proyectamos nuevos sueños y procuramos finalizar
pendientes para sentir que nuestra vida está en orden, e incluso, nos vemos en
la necesidad de trasladar esa armonía a nuestro mundo material.
Es aquí donde
podemos aprovechar para darle una mirada especial a nuestro clóset, aquel
espacio que nos facilita la tarea de vestirnos día a día ¿o no? Muchas veces,
el no incorporar un método que permita mantener una correcta disposición de los
ítems que lo conforman, hace que la experiencia de pararse frente a él para
decidir qué vestir sea frustrante. Por ello, para no entorpecer esta dinámica,
es necesario realizar al menos dos veces al año una limpieza total de armario. Así
que toma provecho del cambio de año para realizar esta tarea. Los siguientes
puntos te serán de mucha ayuda:
Determina qué es lo que
realmente usas y lo que no
Empieza seleccionando aquello que no uses, que sientas que ya no
representa tu estilo o el momento de vida que estás transitando. Olvídate de
conservar determinada prenda bajo la ilusión de usarla cuando bajes de peso, sabiendo
que ya tiene mucho tiempo ocupando un espacio preciado. Quédate con las piezas
que te hacen sentir bien vestida cuando las usas, que sean sentadoras con tu
tipología corporal y cuyos colores sean adecuados para tu tono de piel.
Clasifica por ocasiones y
temporalidades
Categoriza tus prendas en base a las actividades que más realizas. Dispón
su orden considerando su frecuencia de uso y deja a la vista las que más usas.
Por ejemplo, si el trabajo ocupa la mayor parte de tus días, deberás colocar
los ítems de esta ocasión en la mitad del armario. Otro criterio de orden se
rige en base a la temporalidad. En el caso de nuestro país al no contar con
cuatro estaciones, nuestro vestuario va regido por el clima según la región. De
esta manera, si vivimos en la costa, las piezas de frío (chaquetas, abrigos)
ocuparán el sector final del perchero, ya que su uso resulta ocasional.
Accesorios y calzado
Al igual que tus prendas, examina tus complementos y destínales un
lugar donde puedas mantenerlos ordenados y protegidos del polvo. Para los
accesorios, un joyero o mini cajonera con múltiples compartimentos permitirá
conservarlos en buen estado y listos para usar. Para los zapatos, aprovecha sus
cajas originales para guardarlos y agruparlos de manera vertical a un costado
del clóset. De esta forma, optimizarás espacio.
Dona con criterio
Si luego de haber clasificado tu ropa siguiendo las consignas del
punto número uno decides donarla, únicamente recuerda ser criteriosa al momento
de seleccionar aquello a lo que deseas encontrarle un nuevo dueño. Revisa que
la ropa se halle en óptimo estado, sin agujeros o fallas, teniendo en cuenta que
sean prendas que realmente vayan a cubrir una necesidad vestimentaria básica
del destinatario. Evita, por ejemplo, entregar ropa de fiesta (tacones,
vestidos con brillantes), prendas interiores (por razones de higiene) o ropa de
diseños complejos que resulten difíciles de vestir, ya que finalmente no serán
utilizadas y probablemente vayan a la basura, irrumpiendo así el propósito de
circularidad.
*Publicado en Revista Cosas Ecuador: https://cosas.com.ec/ano-nuevo-closet-nuevo-consejos-para-limpiar-tu-armario/
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