Por: Sasha Santamaría
(Consultora de Moda)
Si hay algo en que los destacados
conocedores de la moda coincidieron en vista de la inesperada pandemia, fue en
la necesidad de la revisión y replanteamiento de ciertos aspectos que vienen
generando incomodidad desde hace algún tiempo en la industria pero que no se
habían querido tratar. Las condiciones obligaron al inicio de la discusión sobre
el cambio de ciertas mecánicas, intención que se consolidó en iniciativas como Rewiring Fashion en
la que diseñadores y otros actores abogaban por la ralentización de los tiempos
de producción como medida para contrarrestar el exhaustivo ritmo de desarrollo
de colecciones. En consonancia con las exigencias de este colectivo, Alessandro
Michele –la mente luminosa detrás de Gucci- decidió también elevar su voz
expresando su deseo de “alejarse de la tiranía de la rapidez que humilla la
creatividad”. Así, se hicieron públicas diversas problemáticas que aquejaban a
los principales hacedores de la escena.
Las tendencias son conceptos que nutren y a la
vez, refrescan el imaginario de la moda. Foto: Giovanni
Giannoni/WWD
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Otro de los aspectos discutidos ha
sido el sentido y relevancia de las tendencias, a consecuencia del reclamo de
los diseñadores por preservar su autonomía creativa; la interrogante empezó a
circundar a la que se considera una de las cualidades inherentes de la moda, algo
que le ha valido una connotación poco favorable, puesto que se la acusa del
excesivo recambio, de mantener vivo el deseo de posesión constante, de dictaminar
lo que se usará y lo que no, de establecer la brecha entre lo moderno y lo obsoleto.
Pero es esta criticada condición la que le ha permitido a la moda mantener su
vivacidad, conservarse perenne, la que la vuelve dúctil frente a toda
circunstancia epocal, porque la moda se sostiene gracias al cambio, a la
renovación, y negar esta, una de sus características intrínsecas, significaría dar
por sentado el desvanecimiento de su esencia; sería mermar su entusiasmo por
generar novedad, resignarnos a un estancamiento estético.
La historia señala
que han sido esos momentos que emergieron como modelos de ornamentación
pasajera los que lograron moldear el espíritu de determinados tiempos. De no
haber visto la luz por querer conservar la tradición, en la actualidad no podríamos
disfrutar de la mini falda que surgió bajo el amparo de la efervescencia juvenil
de los sesenta, al igual que el smoking
femenino que Yves Saint Laurent consumó con la excusa de vestirnos en igualdad
de condiciones frente a los hombres, invenciones que en su momento fueron
lapidadas y catalogadas como “tendencias” con pronta fecha de caducidad.
Lo que intento señalar es que se
está satanizando un recurso que como otros que ofrece la moda, si es bien usado
y se conoce las maneras para sacarle provecho en beneficio del vestir personal,
resulta una significativa ayuda para actualizar y energizar el vestuario sin
que esto signifique lucir como su víctima.
Lo oportuno es saber filtrarlas
para elegir aquellas que resulten afines al estilo personal y que en efecto, provoquen
un resultado positivo. De esta manera, en primera instancia, podrás filtrarlas
de acuerdo al ánimo de tu estilo; ya sea te identifiques con lo romántico, lo
minimal o lo andrógino, acoge aquellas que encajen con tu sensibilidad. Una
tendencia de maxi flores seguro te funcionará si tu estilo es romántico. Entretanto,
un blazer oversize de líneas
masculinas irá en sintonía con tu
gusto si te identificas con el confort de la sastrería.
Otro criterio de selección se
basa en la escogencia de aquellas que permitan modificar la figura para lograr
un equilibrio visual. Para ilustrar esta idea, tomaremos como referencia las mangas
extra voluminosas, uno de los gestos de moda sobresalientes de la temporada.
Podrás utilizarlas para armonizar tu cuerpo si tus hombros resultan estrechos
en comparación con la zona de tus caderas. O en otro caso, si deseas definir la
zona del abdomen puedes recurrir a piezas inferiores de tiro alto -otra gran
tendencia de este 2020- para crear la ilusión de cintura.
Los complementos son otra manera
de adicionar tendencias a tu estilo y así, otorgarle una apariencia contemporánea.
Si eres de las que prefiere un estilismo net
de impronta limpia esta clave es para ti. A través del calzado, bolsos o
accesorios podrás inyectar una dosis de vanguardia sin alterar la neutralidad
de tu estilismo.
Como recomendación final,
prefiere siempre aquellas que no resulten histriónicas –¿recuerdas la tendencia
de la logomanía?-, puesto que generalmente son las que tienen un corto período de
vigencia, lo que significa que lucirán “pasadas de moda” en poco tiempo y probablemente,
no querrás volverlas a usar. Una inversión segura es apostar por las que
demuestren discreción en su diseño, ya sea a través de la silueta, estampado o
textura.
*Publicado en Revista COSAS Ecuador: https://cosas.com.ec/a-favor-de-las-tendencias-juevesdemoda/
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