El calzado femenino en lo social

De todos los elementos que componen nuestra vestimenta, los zapatos tienen una carga importante y bastante noble en nuestro día a día. Protagonistas de nuestros pasos, protectores de nuestros pies, abren surcos bajo la lluvia permitiéndonos continuar nuestro recorrido.
En los inicios de la humanidad trabajados en materiales rústicos, llegando hasta la contemporaneidad presentando amplitud de estilos, colores, texturas y géneros, llegando incluso a desafiar la imaginación con modelos arquitectónicos creados a partir de impresiones 3D.
En cuanto a preferencias personales, siempre tuve una fascinación hacia las clásicas “flats”, “chatitas” o “ballerinas”. Fue en la década del 50, gracias a la visionaria y minimalista diseñadora americana Claire Mccardell, quien en búsqueda de un calzado cómodo y versátil, sugirió a su zapatero proveer de una suela resistente a sus zapatillas de ballet, introduciendo a las delicadas ballerinas como opción para calzado urbano. Debido a que soy un tanto alta, hay ocasiones que desisto de utilizar zapatos con tacón para decantarme por unas lindas ballerinas.
Creo que es un calzado que se presta a ser usado en infinidad de ocasiones. Permite facilidad de movimiento y comodidad. Aparte de conferirnos una gracia especial cuando caminamos, como si fuésemos bailarinas de ballet dentro de una pista de asfalto. Este es el juego lúdico que nos permite la moda, poder sacar a superficie personajes escondidos dentro de nuestro imaginario.
Al elegirlo, debemos tomar en cuenta tanto el momento del día como el lugar donde ocurrirá el evento, y de acuerdo con estos aspectos hacer nuestra elección considerando material, textura, apliques.
Si se trata de un evento en el día o media tarde (playa o sitio campestre), recomendaría unas ballerinas de materiales orgánicos como lino, yute, lona, con algún detalle vistoso. Para un evento dentro de la ciudad lo ideal es optar por unos de textura jaspeada o charol.
Para eventos más formales es preferible optar por tejidos que reflejen luz, como el satén, cabritilla metalizada, enchapadas en dorado o plata, cubiertas por cristales, adornados con flores o algún detalle que nos remita al art nuvó.
Si la inclinación es hacia zapatos con tacón se debe tomar en cuenta el tipo de taco, altura y escote de capellada. Si se tienen las piernas cortas y pantorrillas gruesas se debe evitar modelos con pulsera ancha y punta redonda, estos son recomendables para acortar y proporcionar volumen visualmente a piernas largas con pantorillas delgadas. Para el primer caso es preferible un modelo de sandalia con pulsera fina y  escote abierto.
El detalle más importante es la altura del tacón, este no debe afectar nuestra postura ni manera de caminar ya que al hacerlo repercute en nuestra seguridad, influyendo de forma negativa en nuestra imagen.
No hay nada más placentero que poder expresar nuestra femeneidad a través de nuestros pasos cuando caminamos, imprimir con fuerza nuestras pisadas, manifiesto perpetuo de la belleza de sentirse (ser) mujer.  


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